1- Buenas prácticas de navegación.
El uso adecuado del navegador, de las herramientas de seguridad y del sentido común son las mejores armas para no convertirse en víctima de ciberataques.
Algunas de las pautas que deben seguir son las siguientes:
- Configurar el navegador adecuadamente. El navegador permite configurar diferentes niveles de seguridad, lo que posibilita, entre otras opciones, usar filtros contra la suplantación de la identidad, bloquear elementos emergentes y activar el control parental. Es recomendable eliminar el historial.
- No acceder a sitios web de dudosa reputación y evitar enlaces sospechosos. Numerosos sitios web fraudulentos sueles promocionarse con descuentos, regalos, programas gratuitos...
- Aceptar únicamente las cookies deseadas. Las cookies son pequeños archivos de texto con metadatos de una visita: identificación de sesión, procedencia de la visita, duración de la misma... Por ejemplo Facebook permite dejar abierta la sesión.
- Proteger los datos personales. No se deben facilitar datos personales, como el nombre, dirección..., en aquellas páginas que no sean de absoluta confianza y que no estén bajo el protocolo seguro (HTTPS).
- Descargar aplicaciones de sitios web oficiales. Es preciso desconfiar de los sitios desconocidos que ofrecen descargas, ya que constituyen una de las principales vías de propagación de virus. Aunque se utilicen sitios web fiables, cualquier archivo descargado de la red deber ser analizado con un antivirus antes de abrirse.
- Revisar el correo electrónico. Además de analizar el correo, hay que utilizarlo con cautela. Es recomendable activar la carpeta de detección de spam y revisarla periódicamente para comprobar que no se ha introducido un mensaje válido en ella.
- Actualizar el sistema y sus aplicaciones. Los ciberatacantes utilizan las vulnerabilidades detectadas en los programas informáticos para lanzar sus ataques.
2- Navegación privada.
La navegación privada es una medida de la privacidad para que el navegador no almacene la información que se genera en relación con la navegación, por lo que es recomendable su uso al compartir el equipo con otras personas o al utilizarlo en un lugar público. Para activarla, hay que utilizar la opción Nueva ventana de incógnito, Navegación privada o Navegación inPrivate, en función del navegador.
3- Proteger la privacidad en la red con un proxy.
Los servidores proxy actúan como intermediarios entre equipos de los usuarios y los sitios web que visitan. El usuario accede al proxy y utiliza su buscador para
navegar por Internet. De este modo, las páginas visitadas solo pueden captar datos de proxy, pero no del usuario.
Existen multitud de servidores proxy de forma gratuita, algunos ejemplos son Anonymouse o hide.me.
4- Navegación anónima.
La navegación anónima evita el seguimiento de sitios web que intentan obtener información de los usuarios y mantener el anonimato en comunicaciones que requieren la máxima privacidad.
Uno de los navegadores anónimas más utilizados es Tor, oculta la dirección IP y asigna otra de cualquier parte del mundo, manteniendo la integridad y la confidencialidad de la información anónima, como anonymoX para Firefox, que modifican la IP visible de los usuarios por una IP genérica de sus servidores.
Estas redes anónimas están diseñadas para proteger la privacidad de los internautas frente a las amenazas de la red.
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